Psicóloga especializada en ansiedad para mujeres

Soy Irene Bermejo,

Desde siempre he sido una mujer que ha hecho todo lo que el mundo le dijo que había que hacer para sentirse feliz y completa.

Me hice experta en controlar que todo saliera siempre bien, sacar las mejores notas desde primaria hasta después de la universidad, encontrar el mejor trabajo y tratar de ser lo más impecable y productiva posible.

Y desde ahí, no te sorprenderá que siempre quisiera controlar más y más las cosas, incluso aunque estuviera agotada y tuviera unos horarios de trabajo frenéticos.

Aunque aparentemente lo tenía todo, no me sentía bien.

Me sentía agotada y vacía.

No podía parar de darle vueltas a las cosas,
incluso entendiendo racionalmente que no debería de preocuparme.

Pero es que no había manera de que esos pensamientos repetitivos
salieran de mi cabeza.

Mi cuerpo estaba en constante alerta, a veces sentía que me faltaba el aire y me dolía el pecho (al principio pensaba que podía ser un infarto, hasta que entendí que era ansiedad). Me dolía la tripa y el corazón me iba a mil por hora.

Lo peor venía siempre a la hora de irme a dormir y nada más despertarme: era como si todos los pensamientos hubieran estado esperando ese momento del día para bombardearme. 

Un día enfermé.

Yo lo relaciono directamente con el estrés que viví aquellos años.

Me detectaron un cáncer de ovario que hizo que mi mundo se parase.

Me di cuenta de que, hasta entonces lo que había hecho era sobrevivir y, para más inri, según las reglas de los demás.

Me había perdido a mí misma.

Aprendí que lo que tenía que hacer era volver a mí (sí, por eso mi programa se llama “Vuelve a Ti”) y reconocer y gestionar todas las emociones que hacía tiempo esperaban que las atendiese con el corazón y no sólo con la cabeza. 

Hoy en día estoy sana, disfruto de las cosas, sé poner mis límites y lo que tengo que hacer para gestionar mis emociones.

Estoy aquí para acompañarte y darte las herramientas que
a mí me hubiera gustado tener para ahorrarme todo el sufrimiento
que me trajo la ansiedad.

En definitiva, contarte lo que nunca nos contaron.

Y tú, ¿te apuntas a eso de pasar del modo sobrevivir al modo vivir?